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Cierto día regresando mi hijo de hacer su deporte habitual, me dijo que se sentía raro. Tenía mucho frío a pesar de que hacía calor, un gran dolor de barriga y náuseas. Siempre que ocurre esto lo atribuimos a que algo le cayó mal y le damos lo que habitualmente tenemos en casa para estos casos. Lo que yo no sabía es que el cuadro que presentaba era apendicitis. A pesar de mis remedios, cada vez se sentía peor hasta que decidí llevarlo al hospital.
La apendicitis es una inflamación del apéndice, una bolsa en forma de dedo que se proyecta desde el colon en el lado inferior derecho del abdomen.
Síntomas
Los signos y síntomas de la apendicitis pueden comprender:
- Dolor repentino que comienza en el lado derecho de la parte inferior del abdomen que comienza alrededor del ombligo y, a menudo, se desplaza hacia la parte inferior derecha del abdomen
- Dolor que empeora cuando toses, caminas o realizas otros movimientos bruscos
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de apetito
- Fiebre ligera que puede empeorar a medida que la enfermedad avanza
- Estreñimiento o diarrea
- Hinchazón abdominal
La importancia de la oportuna detección de la apendicitis
Lo que es ponerse en manos de los profesionales. Inmediatamente que entré al consultorio del médico especialista, solo con verlo caminar me dijo: “Este niño tiene apendicitis.” Tenemos que operar de inmediato. Claro está, ordenó una serie de análisis después de hacerle la exploración y confirmó su diagnóstico. Yo aún en shock, todavía le dije, ¿y si lo dejamos en observación? A lo cual él me contestó: “Lo que puede ser una operación simple, mañana puede ser una intervención complicada y con mucho riesgo”.
La apendicitis, se debe tratar inmediatamente para que no de origen a una peritonitis, que es un mal mayor.
Inmediatamente se pusieron a preparar al niño, para hacer la intervención que efectivamente duró poco tiempo. Y al fin niño se recuperó inmediatamente y siguió con su vida normal.
El trato que recibimos en el Hospital Privado Ecatepec, fue extraordinario. Recibimos la mejor atención de los profesionales, de las enfermeras, del personal administrativo y de todos en general, nos brindó mucho cobijo. El que tu hijo se sienta mal, y que te den una rápida solución siempre se agradece.
Otro detalle que nos gustó mucho, es que estuvieron muy pendientes de la recuperación. Recibíamos una llamada diaria para ver la evolución del niño. Muy pocas instituciones tienen ese detalle con los pacientes, y siempre se agradece.
Nada como tener un hospital de confianza para recibir atención médica.
